Una fruta con muchas propiedades
Se trata de quizás una de las frutas más utilizadas y que casi siempre están al alcance de la mano. De color amarillo profundo (también verdes), el citrus limonum – nombre científico del limón – es uno de los alimentos que más destaca por sus llamativas cualidades, las que no sólo contribuyen en la nutrición de las personas, sino que también en su salud.
De esta manera, propiedades como la de contener nutrientes tales como el calcio, fósforo, fibra y proteína lo hacen un producto natural muy positivo para incluso prevenir enfermedades que tengan que ver con afecciones en el sistema inmunológico, en las estructuras óseas o aquellas relacionadas con lo sanguíneo.
Así lo menciona Karla Herrera, licenciada en nutrición y dietética del Hospital FACH y de Salud Integral Pincetti, quien además menciona que esta fruta ayuda a mejorar la presión sanguínea, es un buen diurético – ayuda a eliminar toxinas a través de la orina – y también posee una gran capacidad como antioxidante, “lo que permite prevenir de toda la oxidación a la que estamos expuestos diariamente”, sentencia.
Por otro lado, la especialista en tratamientos de obesidad de Clínica Biotop, doctora Madeleyne Olivares, afirma que quizás lo más representativo del limón es su alto contenido en vitamina C, además del hecho de ser uno de los principales aderezos de las ensaladas.
Pese a ello afirma que “también se utiliza durante los estados gripales y para el metabolismo de las grasas” y además cuenta que entre su contenido se cuentan el betacaroteno y algunos minerales como el magnesio y el hierro.
Por otro lado, y entre sus capacidades, menciona la prevención de estados alérgicos (pues reduce sustancias alergénicas) y la prevención de hemorragias de, por ejemplo, encías y piel.
Además, y con respecto a su cualidad como antioxidante, sentencia que al poseer vitamina C, E y betacaroteno, ayudarán a prevenir el desarrollo de enfermedades producto de la acción de los radicales libres. Por esta razón, argumenta que es muy indicado para mujeres embarazadas, ancianos, personas que están sometidas a un estrés crónico, niños, entre otros.